top of page

ES POR AMOR PARTE III

  • Albert P.
  • 16 feb 2018
  • 3 Min. de lectura


Conocer a una persona implica acceder a cierta información muy personal: Nombre, dirección, gustos, pasatiempos, pasiones, entre otras. No puedes decir que conoces a una persona solo porque sabes cómo se llama. Ahora ¿Puedes amar a alguien que no conoces? ¿Es esto posible? ¡De ninguna manera y bajo ningún concepto! El amor genuino y autentico nace, crece y se desarrolla bajo un contexto de amistad, igualdad y reciprocidad.


Según estudios, tardas 3 meses en conocer a una persona, otros tres meses para que ese “feeling” se vuelva un cariño más fuerte, en ese momento quizá la atracción que se siente sea 30% emocional y 70% física, es decir, no es amor verdadero. Es sino hasta los nueve meses donde ese porcentaje se equipara, pero aún en ese momento no es un amor totalmente confiable ya que el raciocinio y el discernimiento no están del todo presentes y lo que sientes todavía puede que no sea real. Algunos expertos dicen que la etapa prudente para confiar en el amor que sientes es de un año y medio, otros dicen que lo mejor es dos años. Luego de ese tiempo si tu cariño por esa persona sigue, es porque lo que sientes es amor verdadero. Claro no aplica para todos los casos, si no cuidas ese amor diariamente, al cabo de un tiempo de igual forma morirá.


¿A qué quiero llegar con esto? ¡Necesitas conocer a Dios para luego si amarlo! No puedes decir que amas a un Dios que no conoces. Puede que al igual que yo, tú hoy estas confiando en un concepto incompleto de Dios. Un concepto que muestra a un Dios que no tiene principio pero tampoco tiene un final (Apocalipsis 1:8), un Dios todopoderoso (Salmos 91:1-2), que está en el cielo (Mateo 6:9), que está sentado en un trono (Apocalipsis 20:11), un Dios digno de gloria y alabanza (Apocalipsis 5: 13) y millones de ángeles le adoran (Apocalipsis 7:11). ¿Por qué digo que es un concepto incompleto? Aunque todo lo que acabo de decir es totalmente cierto hace falta algo muy importante ¡Dios es mucho más que eso!


MI DIOS, el Dios al cual yo sirvo me llama su hijo (1 Juan 3:1), él fue quien me creó y diseñó en el vientre de mi madre (Efesios 2:10), aunque no lo merecíamos nos dio a un salvador (Romanos 5:8), es Dios quien está contigo cuidándote en todo momento (Salmos 46:1), creo en un Dios que hace lo que yo no puedo hacer (Éxodo 14:14), en un Dios que escucha nuestras plegarias (Salmos 18:6), creo en un Dios que camina a mi lado (Génesis 28:5).


Yo creo en un Dios que está en el cielo gobernando pero que al mismo tiempo camina a mi lado, me acompaña a la universidad y al trabajo. Un Dios al que millones y millones de ángeles tiene bajo su dominio pero que también me acompaña en los momentos felices y me consuela en los momentos difíciles. Un Dios Santo y perfecto que me hizo su hijo ¡WAO! Eso es sublime. Para amar a Dios se necesita tener presente que ese Dios tan poderoso es a la vez tu amigo, es tu padre y tu guía. Y eso es lo que lo hace diferente, No creo en un Dios muerto ¡CREO EN UN DIOS VIVO!


Acción del día: Medita en Juan 1: 1-13

¿Por qué los religiosos de ese entonces no pudieron ver que fue el mismo hijo de Dios quien camino por el frente de ellos?

¿Crees que ellos decían amar a alguien que no conocían?

“A los suyos vino, y los suyos no le recibieron” en otras versiones dice “… y los suyos no le conocieron” ¿Eso te deja algo?

Tu reto hoy es que tus momentos de oración de hoy sean autenticas charlas conociendo a tu Dios.

Texto del día: Jeremías 9:23-24.

Reflexión del día: ¿Del 1 al 10 cuanto consideras que conoces a Dios?

“Señor yo quiero conocerte, más y más y más profundamente

Quiero conocerte, sentir tu amor y tu poder

Y así gozar de tu presencia; Quiero conocerte más”


 
 
 

Comentarios


Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Síguenos
  • Black Facebook Icon
  • Black Instagram Icon
bottom of page