¡Clama a mí y yo te responderé!

Clama a Mí, y Yo te responderé y te revelaré cosas grandes e inaccesibles, que tú no conoces. JEREMÍAS 33:3

¿No crees que esta promesa es maravillosa? Dios en su inmenso amor nos escucha a pesar de nuestros pecados y aún más quiere enseñarnos cosas que nuestra mente ignora.

¿Oramos? Realmente ¿Lo Hacemos? ¿Él nos escucha? no entendemos muchas veces lo que sucede a nuestro alrededor, somos tan humanos para ver las cosas con los ojos de Dios tenemos tantas dudas y preguntas. Pero, ¿Ya se lo dijimos a Dios?

En la biblia nos dejó tantas promesas hermosas, corre todo el tiempo a nuestro favor una de las citas más impresionantes y hermosas, además de ser una de mis favoritas, hacemos referencia hoy (Jeremías 33:3) Así dice el Dios de Israel, el Rey de mi vida solo “Clama a mí” “Dime que te sucede” “¿Qué necesitas? “ “Necesito que tus labios me digan lo que mis ojos ya vieron” “Pero, hija(o) dime que sucede y te daré la respuesta, te enseñare el por qué y el para qué de las cosas”.

Somos tan arrogantes creemos saber todo, dejando a el gran Yo Soy a un lado, que egoístas, lo digo por mí, porque de no ser por él, aun estaría en tinieblas y aunque débil soy sé que él me sostiene, llena de tanto pecado y maldad pero tomada de su mano que me transforma sé que puedo ser más que vencedora; él lo prueba y hace cada día, solo pienso que maravilloso fuera si todos nos dejáramos tomar, ya todo hubiera acabado y el Señor hubiera vuelto tal como lo prometió.

La esperanza sigue firme, intacta, a veces le fallo, no lo negare, aún estoy aprendiendo a caminar por esta vida… pero él me sostiene, por eso le agradezco porque este mundo está lleno de tanta tristeza que nos consume, tanto dolor que nos quebranta, nos rompe, cuanto quisiéramos hacer pero nos entretenemos, nos entregamos a los problemas de nuestro día a día por eso mi deseo es ayudar con lo mucho o poco que Dios me da sé que soy su administradora porque todo él me lo ha dado, ha provisto durante toda mi vida, probándome como una oración ferviente y de corazón, puede ser contestada en tan poco tiempo. Y fue así, necesitaba dinero pero no para mí, le dije al Señor que deseaba llevar en mi viaje a Venezuela unos volantes para diferentes proyectos, así por medio de ellos llegar a más personas, aun no tenía ni el dinero para los gastos y era en pocos días, pero él había colocado su deseo en mi por lo tanto en solo unos días obtuve muchas bendiciones que sobreabundaron, pudiendo llevar allí este mensajes de esperanza, y mucho más… por eso cuando miro todos los milagros que hace cada día en mi vida mis ojos se llenan de lágrimas y alegría hay en mi corazón porque solo puedo decir: “Gracias Señor, sé que fuiste Tú, quien me escucho!

Él desea mostrarnos más allá del horizonte que vemos, solo debemos pedírselo y él nos guiara por las sendas que desea transitemos.

Quiero contarles además que mientras escribía este post, en este día fui realmente bendecida y solo podía agradecer al Señor por todo, Tú también puedes probarle hoy...

Muchas Bendiciones para ti